El ciberacoso consiste en utilizar la tecnología para acosar o intimidar a otra persona. Los acosadores solían estar restringidos a métodos como la intimidación física, el correo postal o el teléfono, pero las computadoras, teléfonos celulares, tabletas y otros dispositivos móviles ofrecen foros para los acosadores como correo electrónico, mensajería instantánea, páginas web y fotos digitales.
Las formas de ciberacoso pueden variar en gravedad desde rumores crueles o vergonzosos hasta amenazas, acoso o acecho. Puede afectar a cualquier grupo de edad; sin embargo, los adolescentes y los adultos jóvenes son víctimas comunes y el ciberacoso es un problema creciente en las escuelas.
¿Por qué el ciberacoso se ha convertido en un problema tan grande?
El relativo anonimato de Internet es atractivo para los agresores porque aumenta la intimidación y dificulta el seguimiento de la actividad. A algunos agresores también les resulta más fácil ser más despiadados porque no hay contacto personal. Internet y el correo electrónico también pueden aumentar la visibilidad de la actividad. La información o las imágenes publicadas en línea o reenviadas en correos electrónicos masivos pueden llegar a una audiencia más amplia más rápido que los métodos más tradicionales, causando más daño a las víctimas. Hay una gran cantidad de información personal disponible en línea, por lo que los acosadores pueden elegir arbitrariamente a sus víctimas.
El ciberacoso también puede indicar una tendencia hacia un comportamiento más serio. Si bien el acoso siempre ha sido una realidad desafortunada, la mayoría de los acosadores lo superan. El acoso cibernético no ha existido lo suficiente como para tener una investigación sólida, pero hay evidencia de que puede ser una advertencia temprana de comportamiento violento.
¿Cómo puede protegerse a sí mismo o a sus hijos?
• Enséñeles a sus hijos buenos hábitos en línea. Explique los riesgos de la tecnología y enséñeles a los niños cómo ser responsables en línea. (Consulte Mantener a los niños seguros en línea para obtener más información). Reduzca el riesgo de que se conviertan en acosadores cibernéticos estableciendo pautas y controlando su uso de Internet y otros medios electrónicos (teléfonos celulares, tabletas, etc.).
• Mantenga abiertas las líneas de comunicación. Habla regularmente con tus hijos sobre sus actividades en línea para que se sientan cómodos al decirte si están siendo víctimas.
• Esté atento a las señales de advertencia. Si nota cambios en el comportamiento de su hijo, intente identificar la causa lo antes posible. Si está involucrado el ciberacoso, actuar temprano puede limitar el daño.
• Limite la disponibilidad de información personal. Limitar el número de personas que tienen acceso a la información de contacto o detalles sobre intereses, hábitos o empleo reduce la exposición a acosadores que usted o su hijo no conocen. Esto puede limitar el riesgo de convertirse en víctima y puede facilitar la identificación del acosador si usted o su hijo son víctimas.
• Evite agravar la situación. Responder con hostilidad probablemente provocará un matón y agravará la situación. Dependiendo de las circunstancias, considere ignorar el problema. A menudo, los acosadores prosperan con la reacción de sus víctimas. Otras opciones incluyen acciones sutiles. Por ejemplo, es posible que pueda bloquear los mensajes en los sitios de redes sociales o detener los correos electrónicos no deseados cambiando la dirección de correo electrónico. Si continúa recibiendo mensajes en la nueva dirección de correo electrónico, es posible que tenga un caso más sólido para emprender acciones legales.
• Documente la actividad. Mantenga un registro de cualquier actividad en línea (correos electrónicos, páginas web, mensajes instantáneos, etc.), incluidas las fechas y horas relevantes. Además de archivar una versión electrónica, considere imprimir una copia.
• Informe el acoso cibernético a las autoridades correspondientes. Si usted o su hijo están siendo acosados o amenazados, denuncie la actividad. Muchas escuelas han instituido programas contra el acoso escolar, por lo que los funcionarios escolares pueden haber establecido políticas para abordar las actividades que involucran a los estudiantes. Si es necesario, comuníquese con la policía local.