Internet ha revolucionado muchos ámbitos de la vida cotidiana: el trabajo, la educación, las relaciones personales. La forma de vivir ha cambiado para muchos: compramos a través de Internet, utilizamos el GPS para llegar fácilmente a los sitios, tenemos acceso a información de forma inmediata, nos comunicamos fácilmente con familiares y amigos que están a kilómetros de distancia, los móviles permiten realizar casi cualquier trámite a través de Internet y numerosas aplicaciones, almacenamos cientos de fotos y las podemos enviar a cualquier contacto, las redes sociales y la mensajería instantánea han revolucionado el mundo de la comunicación y de la información, etc.
¡Caray! cuando escucha uno todo lo anterior pareciera que solo ventajas ofrecen el internet a nuestras vidas. Sin embargo, su uso debe ser moderado y responsable. Existe una creciente preocupación entre los expertos por la aparición y auge de una nueva tendencia entre los más jóvenes y los adolescentes, lo que se han denominado «adicciones sin sustancia». Hasta ahora, la preocupación por las adicciones entre los jóvenes estaba más centrada en el consumo de drogas, alcohol y tabaco. Hoy en día, los especialistas empiezan a poner el foco de atención en la adicción a Internet y a las redes sociales. Los padres, educadores y profesores deben de tener esto en cuenta y adquirir conocimiento para con ello, puedan enseñarles a hacer un uso responsable y adecuado para evitar consecuencias negativas por el abuso de estas nuevas herramientas de comunicación.
Asimismo, los especialistas no recomiendan exponer a los niños menores de 2 años a las pantallas, y a partir de esta edad deben estar supervisados por un adulto y ver contenidos adecuados a su edad. En la sociedad actual, en la que los móviles y el acceso a Internet predominan en nuestras vidas, es necesario educar a los niños/as desde pequeños y no dejar que hagan un uso indiscriminado de las tablets, móviles, videoconsolas, etc.
¿Cuáles son los riesgos derivados del uso de las TIC y de Internet por parte de los adolescentes?
► Abandono de otras actividades
► Acceso a contenidos inadecuados
► Ciberacoso o ciberbullying
► Sexting o envío y recepción de mensajes sexuales
► Grooming
► Entablar contacto con personas desconocidas en Internet
► La falta de privacidad
► Uso indebido de datos personales
► Disminución del rendimiento escolar
¿Cuáles son los síntomas que indican que puede haber un problema por el uso de Internet y las TIC en un adolescente?
► Reducción del número de horas de sueño por permanecer conectado a Internet
► Abandono o pérdida de interés por otras actividades importantes y básicas (estudios, relaciones familiares, salir con compañeros y amigos, comer, dormir, etc.)
► Reducción de interacciones sociales, enfado y peores resultados académicos
► Descuido del cuidado de la salud y del aspecto físico (aparición de trastornos del sueño, mala alimentación, abandono de la práctica de ejercicio, obesidad, problemas de higiene)
► Fatiga y cansancio
► Reproches de personas cercanas sobre el tiempo dedicado a las TIC
Pasar todo el tiempo pensando en las TIC, incluso cuando no se está conectado.
► Estar permanentemente atento al Smartphone, conectarse a Internet al llegar a casa, nada más levantarse y justo antes de acostarse
► Sentirse muy irritado cuando no puede conectarse
► Mentir a los familiares y amigos acerca del tiempo real que se está conectado.
► Intentar controlar el consumo sin éxito
► Ocultar a los demás la cantidad de consumo
► Euforia durante los momentos de conexión
¿Cómo prevenir el abuso de las TIC y de Internet en los más jóvenes?
Pautas para padres y educadores
► Establecer normas razonables y claras que regulen la vida familiar. Explique a sus hijos/as las razones por las que fijan estas normas y, una vez establecidas, procure que sean cumplidas.
► Fije normas regulando los espacios y los tiempos donde será posible el uso del móvil o de Internet.
► Acostumbre a sus hijos/as a que no utilicen el móvil, ordenador portátil, etc., durante las comidas o los espacios que comparte toda la familia.
► Sea coherente con lo que dice a sus hijos y evite usar el móvil mientras que esté con ellos, salvo que sea imprescindible.
► Mantenga una supervisión «discreta» acerca del uso que sus hijos/as realizan de las tecnologías de la información y la comunicación.
► Evite «registrar» las conversaciones de sus hijos a través del móvil, en las redes sociales o los historiales de búsqueda en Internet. Lo único que logrará será perder su confianza.
► Alcanzar el nivel de habilidad informática de los niños/as. Hay que ponerse al día y actualizarse en el uso de las TIC.
► Si percibe algún síntoma que le haga pensar en la existencia de un problema relacionado con el uso de las TIC o, simplemente, si le preocupa el comportamiento de sus hijos no dude en plantearles el tema directamente. De este modo les dará la oportunidad de que lo compartan con usted y pueda ayudarles a superarlo.
► Dialogue y mantenga una comunicación fluida con sus hijos.
► Búsqueda de actividades alternativas de ocio: practicar deporte, leer, salir con los amigos y amigas, estudiar, seguir las noticias del mundo, etc.
► Refuerce la autoestima y la confianza de sus hijos/as. Hágales saber que son personas preparadas, que pueden lograr muchas de las metas que se propongan.
► Ayude a sus hijos/as a superar sus problemas de timidez o para relacionarse con los demás.
► Enseñe a sus hijos a manejar las situaciones que les provoquen tensión o estrés (exámenes, conflictos con iguales).
► Enseñe a sus hijos a tomar decisiones, a analizar las ventajas e inconvenientes de cada una de las opciones posibles, a sopesarlas y a mantenerse firmes una vez tomada la decisión.