Ron Klain dijo que Biden estaba trazando formas de frenar a los presuntos piratas informáticos rusos que han penetrado en media docena de agencias gubernamentales de Estados Unidos y han dejado expuestas a miles de empresas estadounidenses.
El jefe de gabinete entrante de la Casa Blanca dijo este domingo 20 de diciembre que la respuesta del presidente electo Joe Biden a la campaña de piratería masiva descubierta la semana pasada iría más allá de sanciones.
Ron Klain dijo que Biden estaba trazando formas de frenar a los presuntos piratas informáticos rusos que han penetrado en media docena de agencias gubernamentales de Estados Unidos y han dejado expuestas a miles de empresas estadounidenses.
"No se trata sólo de sanciones. Son medidas y cosas que podríamos hacer para degradar la capacidad de los actores extranjeros para participar en este tipo de ataque", aseguró Klain en "Face the Nation" de CBS.
Las opciones que está considerando la administración de Biden para castigar a Moscú por su supuesto papel incluyen sanciones financieras y ciberataques de represalia sobre la infraestructura rusa, dijeron a Reuters personas familiarizadas con el asunto.
Moscú ha negado su participación. En un acto de conmemoración de los 100 años de la fundación del servicio de inteligencia exterior de la SVR, el presidente ruso Vladimir Putin elogió su trabajo, diciendo que valoró "muy positivamente las difíciles operaciones profesionales que se han llevado a cabo".
Biden, quien se convertirá en presidente el 20 de enero, probablemente tendrá el apoyo bipartidista para una reacción contundente a la campaña de espionaje, indicaron legisladores el domingo.
El senador republicano Mitt Romney dijo que la filtración de datos fue "extraordinariamente dañina" en el programa "Meet the Press" de NBC. "Esto exige una respuesta", afirmó. "Esto es algo que tenemos que abordar lo antes posible".
El senador Mark Warner, el principal demócrata del Comité de Inteligencia del Senado, dijo en ABC que el hackeo aún podría continuar y que los funcionarios todavía deben determinar su alcance total. Pero no llegó al lenguaje agresivo usado por Romney, quien denominó la situación como "una invasión".
"Esto está en esa zona gris entre el espionaje y un ataque", dijo Warner. Sin embargo, respaldó el llamado de Romney a tomar represalias, asegurando que Washington necesitaba dejar en claro a los adversarios "que, si toman este tipo de acción, nosotros y otros contraatacaremos".
Funcionarios y profesionales de ciberseguridad en Estados Unidos aún están luchando por controlar la escala de la campaña de piratería informática, que utilizó a la empresa de tecnología estadounidense SolarWinds como trampolín para infectar a los clientes de la firma de Texas, incluidos los Departamentos del Tesoro, Comercio y Energía.
Créditos: El Economista