Según una investigación de la plataforma alemana Spiegel, la plataforma de mensajería instantánea Telegram ha entregado información de sus usuarios a la Oficina Federal de Policía Criminal de Alemania (BKA) en múltiples casos relacionados con actividades terroristas y abuso infantil.
El reporte señala que, si bien aún es difícil obtener órdenes de acceso a esta información, al menos desde 2018 Telegram ha estado adoptando medidas para el cumplimiento de las disposiciones legales de algunos gobiernos en occidente, mostrándose dispuesta a compartir direcciones IP y números telefónicos cuando así lo exigiera un tribunal.
Estos cambios incluso pueden apreciarse en las políticas de uso de la aplicación. En la sección “con quién se pueden compartir sus datos personales”, Telegram comparte algunos detalles sobre este posible escenario: “Si Telegram recibe una orden judicial que confirma que usted es sospechoso de terrorismo, podemos divulgar su dirección IP y número de teléfono a las autoridades pertinentes. Hasta ahora, esto nunca ha sucedido. Cuando ocurra, lo incluiremos en un informe de transparencia semestral publicado en https://t.me/transparency “.
Libre interpretación
Si bien esta es una causa válida para el despliegue de tareas de inteligencia, es sabido que los gobiernos en todo el mundo siempre han usado las políticas antiterroristas para validar la implementación de medidas invasivas.
El propio gobierno alemán ya lleva a cabo algunas tareas de vigilancia sobre grupos opositores y agrupaciones civiles de interés. Hace poco, un tribunal alemán tuvo que ordenar a la agencia de inteligencia estatal BfV interrumpir sus investigaciones sobre el partido Alternativa para Alemania (AfD), una agrupación política de derecha que se opone a la inmigración, entre otras medidas ultranacionalistas.
Además, los gobiernos de Estados Unidos y Canadá llevan años desplegando tareas de vigilancia masiva con el pretexto del combate a las actividades terroristas.
Estructura de privacidad
Al respecto, Telegram publicó un mensaje refrendando su compromiso por proteger la información confidencial y las conversaciones de sus usuarios: “Los chats secretos en la plataforma usan cifrado de extremo a extremo, por lo que no tenemos ningún dato que revelar”. Aun así, es importante mencionar que Telegram no usa cifrado de extremo a extremo de forma predeterminada.
Para resguardar los datos no protegidos con cifrado de extremo a extremo, Telegram utiliza una infraestructura distribuida; los datos de chat en la nube se almacenan en diversos centros de datos en todo el mundo que están controlados por diferentes entidades legales a lo largo de múltiples jurisdicciones. Las claves de descifrado relevantes se dividen en partes y nunca se guardan en el mismo lugar que los datos, por lo que las partes interesadas requerirían varias órdenes judiciales para forzar a Telegram a compartir esta información.
Telegram considera que esta estructura hace simplemente imposible para las agencias gubernamentales acceder a los registros confidenciales de sus usuarios, aunque siempre se ha especificado que la plataforma puede verse obligada a entregar datos solo en los casos suficientemente graves y relevantes a nivel multinacional. Aun así, no se conocen ejemplos de lo que Telegram considera suficientemente importante para pasar el escrutinio de los sistemas legales que resguardan su estructura de privacidad.
Créditos: Alisa Esage G