Durante el primer semestre de 2022, México vivió 85,000 millones de ciberataques, 40% más respecto de 2021 y más de la mitad de los 137,000 ataques vividos en América Latina.
La falta de concientización sobre el crecimiento de las amenazas contra los sistemas informáticos y la seguridad de la información, la falta de regulaciones que permitan perseguir y castigar a quienes realizan estas amenazas, además de la falta de profesionales en ciberseguridad hacen que México repruebe en proteger su ciberespacio, que se ha convertido en el cuarto dominio de la guerra, junto con la tierra, el aire y el mar.