En medio de una mayor actividad online a causa de la pandemia, 75 por ciento de los consumidores de América Latina (AL) asegura que ha sido víctima de ciberataques, según una encuesta de Mastercard.
A medida que los consumidores entran en la economía digital, un estudio comisionado por Mastercard reveló que la ciberseguridad se ha convertido en lo más importante para ellos.
“Al paso que los servicios digitales han aumentado a lo largo de la pandemia de Covid-19, las estafas, los fraudes y los ciberataques contra personas y empresas también han crecido a gran velocidad”
De acuerdo con el estudio “Barómetro de Seguridad Digital”, 87 por ciento de los encuestados está al tanto de los ciberataques y 20 por ciento dijo que una empresa filtró su información personal.
“En menos de una década, la ciberseguridad se ha convertido en uno de los problemas sistémicos más importantes para la economía mundial. Los ciberataques cada vez son más sofisticados y costosos, creando un problema de 350 mil millones de dólares en todo el mundo y costando 5.2 billones anuales en pérdidas”
La protección de los datos personales también es importante: con el aumento de la digitalización llega la preocupación de que los datos personales sean expuestos.
Según la encuesta, la protección de los datos personales es un tema sensible en la región. Los consumidores son conscientes del impacto que puede tener la violación de la seguridad de su información personal. Para 92 por ciento de los consumidores, la exposición de su número de seguridad social, número de teléfono móvil y los resultados de sus exámenes médicos, serían los que causarían el “mayor daño”.
Ante este escenario, los consumidores son cada vez más proactivos en la búsqueda de protección: cuando se les preguntó “cuán segura crees que las empresas mantienen tu información”, la puntuación promedio fue de tres en una escala de 0 a 10, donde 0 representa “No está segura” y 10 representa “Muy segura”. Como resultado de esta percepción, 70 por ciento de los encuestados dice haber adoptado un identificador biométrico.
Créditos: Fortuna y poder