El Departamento de Justicia de Estados Unidos anunció cargos criminales contra siete funcionarios de inteligencia rusos, a los que acusa de hackeo, fraude electrónico, robo de identidad y lavado de dinero como parte de un esfuerzo de distracción sobre el programa de dopaje patrocinado por el estado ruso.

Tres de los señalados también fueron acusados del hackeo de ciudadanos estadounidenses relacionados con las elecciones presidenciales de 2016, dijo el secretario de Justicia adjunto para la División de Seguridad Nacional, John Demers, durante una conferencia de prensa. La acusación, sin embargo, no se deriva de la investigación del fiscal especial Robert Mueller.

De acuerdo con la acusación, los siete defendidos son miembros del GRU, una agencia de inteligencia de la Federación Rusa dentro de la Dirección de Inteligencia del ejército ruso. Son acusados de intrusiones cibernéticas sofisticadas y las víctimas fueron agencias y funcionarios antidopaje, federaciones deportivas y cerca de 250 atletas.

Además, el GRU atacó otras instituciones, incluyendo Westinghouse Electric Corporation, una firma de energía nuclear en Pennsylvania.

Más temprano, el gobierno holandés anunció que había interrumpido un ataque cibernético del GRU contra la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas, la institución encargada de vigilar las armas químicas en el mundo.

Previamente, Gran Bretaña, con el respaldo de aliados de inteligencia como Australia y Nueva Zelandia, acusó al GRU de llevar a cabo una campaña mundial de ataques cibernéticos, incluyendo el hackeo del Comité Nacional Demócrata en Estados Unidos en 2016.