La cotización de Bitcoin retrocedió con fuerza este lunes después de que se confirmara un nuevo hackeo a Yearn Finance, uno de los protocolos de finanzas descentralizadas más utilizados del ecosistema. El incidente reavivó las dudas sobre la seguridad en las plataformas DeFi y generó presión inmediata en los mercados.

El desplome comenzó al inicio de la sesión europea. Mientras los mercados tradicionales mostraban variaciones moderadas, Bitcoin llegó a perder más de 5 %, cayendo desde niveles cercanos a 92,000 dólares hasta un mínimo de alrededor de 86,000 dólares. Ethereum también fue arrastrado a la baja y descendió por debajo de los 3,000 dólares.

El detonante fue un exploit que permitió la creación masiva del token interno yETH dentro de Yearn Finance. Según los primeros reportes, se generaron alrededor de 235 millones de unidades del activo comprometido, afectando la liquidez del protocolo. Además, se registraron movimientos sospechosos por aproximadamente 2.8 millones de dólares antes de que los fondos fueran transferidos a otras plataformas.

El impacto se extendió al resto del mercado: varias altcoins cayeron más del 5 % y los retrocesos ampliaron las pérdidas acumuladas en el año, con Bitcoin cediendo cerca de 7 % y Ethereum alrededor de 14 %.

La reacción de los inversionistas refleja una creciente sensibilidad ante las fallas de seguridad en el sector DeFi. Aunque no se observó una venta masiva impulsada por factores macroeconómicos, el incidente mostró nuevamente que un solo ataque puede provocar un fuerte efecto dominó en el mercado de criptomonedas.