Se mantiene preocupación por la participación de las grandes tecnológicas en el sector financiero, se busca la creación de una regulación.

La autoridad mexicana se enfrenta al reto de crear un marco regulatorio para las Grandes Compañías Tecnológicas (GCT), también conocidas como Big Tech, que han cobrado relevancia en el sistema financiero y provocan inquietud en organismos, debido a la concentración de la información en los grandes servicios de la nube, de acuerdo con un análisis reciente.

La investigación realizada por la Fundación de Estudios Financieros (Fundef) indica que el incremento en el uso de herramientas de análisis de datos alojadas en la nube concentra demanda del sector financiero, por lo que información sensible de clientes se encuentra en manos de terceros, cuyas operaciones requieren de la regulación de la autoridad.

“Un reto de la autoridad es que el marco legal no sea una desventaja para el sistema regulado y que las Big Tech se aprovechen de ello. Se tiene que adecuar para que la competencia se dé en igualdad de condiciones”, señala el documento “¿Debe existir una regulación específica para las empresas Big Tech que entren al mercado de servicios financieros? Propuesta para el caso de México”.

La preocupación por las operaciones de las grandes tecnológicas en el sector financiero también ha sido manifestada por el Banco de México (Banxico) y la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), quienes señalan riesgos de ciberseguridad, posibles caídas de servicios, concentración e incluso riesgos geopolíticos.

“El alto y creciente nivel de concentración de estas compañías en la provisión de servicios de tecnología de almacenamiento y procesamiento de información en la nube a instituciones financieras incrementa el riesgo operativo y de ciberataques, lo cual podría generar un riesgo sistémico”, señaló Banxico en un reporte.

El banco central realiza pruebas para evaluar el comportamiento de instituciones financieras ante situaciones adversas, sin embargo, la Fundef indica que se necesitan elevar los estándares regulatorios, por medio de un marco legal, para garantizar la protección de la información de los usuarios y protegerse ante un eventual ataque.

La fundación indica que las políticas regulatorias para las tecnológicas financieras, promueven buenas prácticas de seguridad como identificación vía remota, sin embargo, sus relaciones y las de otras entidades con las Big Tech requiere de un marco regulatorio específico.

Para crear una regulación apropiada, el documento indica que se debe trabajar en la definición del tipo de licenciamiento, sus requisitos, la creación de un esquema supervisor, elaboración de protocolos de protección al consumidor aplicables al uso de algoritmos y establecimiento de criterios para definir a las Big Tech para efectos de la regulación.

En adición, un marco legal justo debe contar con límites definidos, incentivos para la competencia, obligaciones de transparencia y estipular condiciones para las tareas relacionadas con experimentación e investigación de algoritmos.

Créditos: Sebastian Estrada